Gracias al uso de un receptor Lidar montado en un dron, comienza a revelarse la fisonomía original del yacimiento de la Silla del Papa.
Recordemos que la técnica del Lidar consiste en enviar hacia el suelo impulsos laser y calcular la distancia recorrida por cada uno de los rayos hasta la superficie, sea cual sea, la copa del un árbol o el tejado de un edificio. El resultado es una nube de millones de puntos de la que podemos extraer un modelo digital de la superficie en 3D, a escala centimétrica. Además, como una parte de los impactos del Lidar logra atravesar el ramaje de los árboles, alcanzando la superficie del suelo, el resto puede ser eliminado gracias a algoritmos que generan un modelo digital del terreno (MDT), borrando la cobertura vegetal.
La ventaja del dron, a escala de un yacimiento arqueológico, es que vuela más bajo que los aviones empleados habitualmente para el Lidar, permitiendo por tanto aumentar de forma notable la resolución y la precisión de los resultados. A pesar de ello, en el caso de la Silla del Papa, la adquisición del modelo digital del terreno se complica por la naturaleza de la vegetación, formada en parte por árboles de hoja perenne, difíciles de atravesar por el Lidar, y por arbustos que los programas de tratamiento digital confunden con las rocas. Hay por tanto numerosas comprobaciones a realizar, por lo que resultará esencial la fotogrametría de detalle sobre el terreno.
Aquí tenemos los primeros resultados, todavía preliminares, que han sido obtenidos en la parte central del oppidum. La primera imagen, abajo, es la ortofotografía aérea del Instituto Geográfico Nacional.
Y aquí tenemos el modelo digital de superficie obtenido a partir del Lidar, con toda la vegetación:
Aquí, finalmente, el modelo digital del terreno que el equipo de Archeostraits está afinando todavía:
Toma de datos: Carine Calastrenc y Nicolas Poirier; tratamiento geomático: Antoine Laurent, con asesoramiento de François Baleux (UMR Traces).