La Silla del Papa (Tarifa, Cádiz). Campaña 2009

La tercera campaña en el yacimiento de la Silla del Papa tuvo lugar del 1 al 10 de octubre de 2009. Estuvo limitada a la realización de prospecciones y a la continuación del estudio del material exhumado en 2007 y 2008. Participaron en los trabajos de campo Jean-Marc Fabre, Pierre Moret y Christian Rico (TRACES, Université de Toulouse – CNRS), Noëlle Fraiche (estudiante de doctorado, Bordeaux III – Casa de Velázquez), Fernando Prados (Universidad de Alicante), Pedro Gómez Madrid y Esther Rodríguez (estudiantes de la Universidad de Sevilla). El trabajo de restitución 3D de los elementos arquitectónicos fue realizado por Antoine Constans (TRACES).

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Esta campaña tenía como objetivo conocer mejor, por medio de prospecciones de superficie, la trama urbana y sus límites. Estas prospecciones abarcaron una veintena de hectáreas en la zona de la cumbre y sus alrededores. Los límites de la aglomeración fueron identificados al sur, oeste y sudeste y quedaron por determinar en la parte norte y noreste, donde las prospecciones no fueron tan sistemáticas. No queda excluida la posibilidad de que la continuación de las investigaciones haga aparecer un desarrollo aún mayor del área de hábitat en la parte septentrional del yacimiento. Las estructuras construidas en la parte central (zonas A, una parte de la zona B y zona D) fueron levantadas usando un taqueómetro láser. El resto fue objeto de un levantamiento provisional con un GPS no diferencial.

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Las prospecciones revelaron la existencia de una aglomeración, de aproximadamente unas 12 hectáreas de extensión (tanto como la superficie de Baelo Claudia), en el momento de su mayor desarrollo, hacia la mitad del siglo I a.C. Estos primeros resultados constataron la existencia de un fuerte contraste entre el denso urbanismo de la zona cumbre y el uso más abierto y disperso de una vasta zona periurbana más baja, así mismo, se deja entrever cierta sectorización de las actividades. El hábitat se concentra cerca de la cima, al abrigo de las barreras rocosas. Se puede reconstruir una trama urbana particularmente densa, formada por hileras de casas de dos o tres plantas, pegadas a las paredes rocosas por una parte y frente a una calle de la otra. A estas hileras se superpondrían otras casas prendidas también a la roca y sobre los rellanos formados en la misma, hasta alcanzar la cima. Construcciones defensivas jalonan los promontorios más destacados, en las cuatro esquinas de la zona cimera, pero no parece que los habitantes hayan juzgado necesario añadir la construccion de una muralla a las paredes naturales, salvo en aquellos puntos menos escarpados. En la zona baja, el espacio periurbano presenta una estructuración más laxa, lo que no impide cierta regularidad en el plano urbano.

La zona D, al suroeste del yacimiento y en la parte baja del recinto amurallado, es particularmente interesante.  Alberga varios edificios aislados de talla relativamente grande, repartidos sin orden aparente sobre una terraza más o menos plana.

Points ZoneD

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La principal importancia de este yacimiento, desde el punto de vista de la historia del urbanismo ibérico, radica en el hecho de que fuese abandonado antes de la rápida difusión del modelo urbano estandarizado (bajo el dominio de Augusto y los primeros decenios del siglo I d.C.) que usa las técnicas de construccion propiamente romanas. Además, no se ha encontrado nada (ni en la arquitectura ni en los materiales) que haga pensar en una fuerte presencia de elementos italianos.  Se pueden estudiar por tanto los trazos originales de una cultura marcada por diversas influencias, desde la herencia fenicia occidental a las huellas de la dominación cartaginesa, sin olvidar los lazos comerciales privilegiados con la vecina Mauretania.