Esta experiencia madrileña fue para mi enriquecedora, tanto a nivel universitario como personal. Emanciparse, vivir en otra cultura y en una lengua extranjera siempre hace crecer mucho. Aunque estemos en el Instituto francés y que no sea un Erasmus "clásico", no hay que pensar que no se mejora el nivel de idioma. Vivir en una capital como Madrid, que ofrece una enorme cantidad de eventos culturales, de parques, y muchas cosas y diversiones para todos los gustos, hace que siempre tengas algo que vivir, que compartir y que hablar con los demás. La experiencia en el Instituto no tiene nada que ver con la universidad: el lugar es bastante pequeño, acogedor, y la relación que podemos tener con los docentes es totalmente distinta a la que podemos tener en la universidad; instauran un clima de confianza y te sientes a gusto desde el principio! Es una experiencia única, en una ciudad maravillosa y muy viva! Como se dice aquí : De Madrid al Cielo!
Vanessa C., L3, 2010-2011